El entrenador que llega como presunto revulsivo a un equipo en el ?ltimo puesto de la clasificaci?n es lo que tiene: no cuenta con un colch?n debajo que le amortig?e la ca?da. As? que Juan Carlos Garrido, el nuevo entrenador del Betis, afronta dos posibilidades en la que no hay punto medio, o sale encumbrado del Benito Villamar?n por conseguir salvar al equipo en unas condiciones complicad?simas o engrosar? la lista negra de aquellos que contribuyeron a que los verdiblancos regresaran antes de tiempo a Segunda Divisi?n.
Los n?meros nunca se equivocan y para lograr salir del descenso hay que conseguir casi guarismos europeos para compensar todo lo que se ha quedado en el camino. ?Es Garrido el hombre id?neo? Sobre esto hay dos teor?as: la primera dice que es un entrenador con poca experiencia y que no se ha plantado ante una tesitura de este tama?o. Su corta aventura en el Villarreal que acab? descendiendo avala a los seguidores de este planteamiento. La segunda tesis sostiene que para el tipo de plantilla que tiene el Betis, se necesitaba de un entrenador del estilo de Garrido y que de lo que hab?a en el mercado y que conociera la Liga pues era uno de los m?s indicados. O sea, un entrenador tipo Mel, pero que no es Mel.
As? funciona el placebo del cambio de entrenador en estas circunstancias, a partir de ma?ana cuando acabe el partido ante la Real Sociedad se comprobar? por cu?l de las dos teor?as hay que encauzar el viaje de Garrido por el Villamar?n, porque ma?ana es su primer partido en liga, pero ma?ana ya se la juega.